Los cinco pecados capitales de vender caro nuestro piso



“Siempre tendremos tiempo de bajar el precio, pero no de subirlo”. A la hora de poner en venta una vivienda muchos han pensado eso mismo. Pero cuando el objetivo final es vender en un mercado lleno de oferta y en el que los precios van a la baja , tal vez sea necesario ajustar el precio correctamente desde el principio. No obstante, empezar con precios demasiado altos aún resulta tentador para muchos vendedores. Para evitar caer en esta tentación, merece la pena echar un vistazo a los cinco pecados capitales del sobreprecio:


-No despertar interés suficiente



Los compradores actuales están bien informados sobre el mercado inmobiliario actual. Si la vivienda en venta es demasiado cara, la gran mayoría ni se molestará en saber más sobre el inmueble, y mucho menos en hacer una oferta para negociar.

-Perder competitividad



Lo cierto es que el sobreprecio de nuestra vivienda siempre beneficiará a la “competencia”. ¿Cómo? En realidad nuestro precio hace que el resto de pisos con similares características parezcan “gangas”.

-Estancamiento



Cuanto más tiempo pase en el mercado la vivienda, más probable es que quede aislada y pierda interés para los posibles compradores ¿Alguna vez te has topado con una vivienda que parece estar perpetuamente en venta? ¿No te has preguntado cuántos defectos tendrá para que nadie la compre?

-Negociaciones más difíciles



Los compradores que se interesen por la vivienda intentarán negociar con más ahínco al ver que el inmueble lleva mucho tiempo en venta y su precio está sobredimensionado en comparación con el resto de viviendas similares. O dicho de otra forma, los pocos interesados que contacten con nosotros nos pondrán las cosas más difíciles.

-Oportunidades perdidas



Al sobrepreciar la casa se están perdiendo muchas oportunidades de encontrar compradores interesados, ya que la mayoría no se molestará en ni siquiera ver la vivienda, al encontrarse en un rango de precios que no aceptan.

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