El certificado energético, obligatorio para viviendas de segunda mano desde enero


Desde el 1 de enero de 2013, si se cumplen los plazos de aprobación del Real Decreto, todas las viviendas usadas que se vendan o alquilen en España deberán contar con un Certificado de eficiencia energética. Esta exigencia, que llega desde Europa, ha sido recogida por el Ministerio de Industria en un Real Decreto que entrará en vigor el primer día del próximo año.
El Certificado de eficiencia energética, que tendrá una validez de diez años, es un documento que debe describir lo eficaz que es una vivienda en cuanto al consumo de energía. Hasta ahora, en España únicamente se exigía un documento semejante para los edificios de nueva construcción o grandes rehabilitaciones, pero la UE obliga ahora a que cuente con este certificado toda vivienda que salga al mercado, tanto en venta como en alquiler, si es nueva o si es de segunda mano.
Por ello, a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa, el próximo 1 de enero, todos los propietarios que deseen vender o alquilar su vivienda deberán tener disponible para el comprador o inquilino este certificado.
Quedan excluidos los edificios y monumentos protegidos, los utilizados como lugares de culto o los edificios de viviendas que sean objeto de un contrato de arrendamiento durante menos de cuatro meses al año, entre otros.

CÓDIGO DE COLOR

La etiqueta clasifica cada inmueble con un código de color según una escala que va de la categoría A (la más eficiente) a la G (la menos eficiente), similar al que ya se utilizan en las viviendas nuevas o en los electrodomésticos.
El propietario de la vivienda, edificio o local será el responsable de obtener y abonar el coste de este certificado, obligatorio para poder vender o alquilar su casa.
Además del estudio para obtener el certificado, cada vivienda analizada recibirá una serie de recomendaciones de mejora que permitirán aumentar al menos un nivel en la escala de eficiencia energética si la calificación es B o C, o dos cuando la vivienda originalmente cuenta con una calificación D, E, F o G.
No se conoce aún con exactitud el coste final que puede alcanzar para el usuario tramitar el Certificado de eficiencia energética, ya que será un coste que marcará el propio mercado. No obstante, algunas firmas de arquitectura, especializadas en eficiencia energética, indican que podría ser similar al de otros países europeos, donde ya está vigente la normativa. En Italia, por ejemplo, el coste del certificado energético supone unos 250 euros para un piso medio de 100 metros cuadrados.

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